Me despierto por la mañana, cansada de dormir. Hago la cama sola. Me maquillo, hablándole al espejo.
Lista para un nuevo día, sin ti.
Camino, firme sobre mis pies. Salgo por la noche. Duermo con las luces apagadas. Hago todo lo que debo hacer, teniéndote fuera de mi mente, pero cuando pienso que estaré bien, siempre estoy equivocada por que mis manos no quieren empezar de nuevo, ellas no quieren entender.
Ellas solo están de acuerdo para sostener tus manos, y no quieren estar sin ellas, y no me dejarán irme sin ti.
Llevo un día sin llorar. Salgo con mis amigos, me quedo sola en casa, no te veo en ningún sitio, ahora puedo decir tu nombre con facilidad, me rió, un poco más alto. Sin ti.
Pero cuando pienso que estaré bien, mis manos no quieren soltar las tuyas.
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